Desde que comencé como Faulty Advisor en el año 2014 me di cuenta que una de las razones del éxito de MUN era que los delegados, además de prepararse y trabajar duramente en las sesiones, buscaban la actividad por el componente de la interacción social. A diferencia de los campeonatos de Debate -parlamentario,WSDC, Karl Popper- en donde los miembros de los equipos no sólo no interactúan,sino que están separados todo el tiempo, en el MUN siempre estás al lado de otras personas, muchas veces desconocidas y conversas por dos o tres días.
Claro, mayormente están hablando de mods, proposals y working papers, peo también se conocen. Son adolescentes, se han vestido elegantemente y quieren ser eso, adolescente. Además, los Faculties nos encontrábamos con amigos y entre nuestras rondas por los comités, pasábamos un buen día de conversación.
Por eso es que al comenzar la cuarentena los FA no sabíamos qué iba a pasar. No sólo era evidente que por lo menos por un par de meses (no sabíamos en marzo que iba a ser todo el año) no iba a poder haber conferencias MUN, sino que todo el calendario de conferencias se iba a ver perjudicado. ¿Los colegios que “perdían su fecha” presencial pospondrían su MUN hasta que sí se pudiera (que nunca fue)? ¿Qué pasaría con el SecGen, los comités, los Directores que ya se habían comprometido? Pronto, sin embargo, quedó claro que el 2020 no sería un año con conferencias presenciales. El colegio Cambridge fue el primero que se decidió por la virtualidad y muchos fuimos con muchas dudas, pero, debo decir que muchos de nuestras dudas se solucionaron y pronto hubo una avalancha MUNera con más de 20 conferencias en la segunda mitad del año, sólo en colegios.
Para las delegadas con mucha experiencia, este tipo de MUN virtual fue un proceso de
adaptación. Muchas de las tácticas que eran muy útiles en persona, el uso de la voz, el movimiento de las manos, las expresiones caporales, perdían su fuerza. Ya no podían ver a todo el comité, o, de reojo, ver quién del otro block no estaba participando mucho y quizá era candidato a cambiar. Decidir el merge no seríatan natural, bajando por una escalera o yendo a un lado del salón. También para los profesores, el proceso de revisar cómo estaban nuestra delegada se volvió algo distinto. Ya no podían entender de una sola mirada cómo estaban, estábamos más pasivos y sólo era entrar a la plataforma y escuchar.
Algo distinto fue para las delegadas nuevas, la que nunca habían ido a una conferencia o sólo una o dos. Para ellas el MUN virtual fue algo mucho más natural, porque no tenían con qué compararlo. Luego de meses de clases virtuales, era una extensión de los que ya venían haciendo todos los días. Ellas han sido quienes más han disfrutado de MUN 2020.
Claro, hay ventajas. Los problemas del tráfico y de alistarse cada día, ir al colegio y tomar el bus o esperar a la última para poder salir. También, y quizá es lo más importante, ha sido la posibilidad de tener colegios de otros países, de fuera de Lima e incluso de lugares de Lima que por la distancia no eran práctico venir a debatir. Creo que si algo le ha dado un carácter especial a esta temporada MUNera poder convocar a equipos que nunca hubieran podido participar de otra manera y así nutrirnos mutuamente de experiencias distintas y acoger a más instituciones que tienen muchas ganas de ser parte de circuito MUN.
Finalmente, no sé qué vaya a pasar en el futuro. En 2022 deberíamos volver a las conferencias presenciales y retomar la forma natural de hacer MUN porque, en verdad, si esta actividad hubiese comenzado de manera virtual no creo que hubiese tenido tanto éxito, ni de parte de las delegadas ni de los profesores porque la interacción interpersonal es la base de la negociación en los comités y estar en grupo era, y es, parte de la atracción del MUN. Pero, ahora que ya llegó no creo que el MUN virtual muera sino que será otra herramienta para organizar conferencias.